Antes de pedir un crédito es necesario, primero, asegurarse de que realmente es necesario y la cantidad que se va a pedir. Si la situación puede arreglarse por otros medios o puede esperar, es mejor no solicitar créditos. Los créditos y préstamos están creados para situaciones puntuales que realmente lo requieren, no como una forma de financiación regular. Estos productos financieros deben ser utilizados con responsabilidad ya que, en el caso de no poder hacer frente a la deuda, se crea un perjuicio tanto a la entidad como al cliente.
Si ya se ha tomado la decisión, es muy importante comparar entre varias empresas de crédito e informarse de las condiciones de cada una de ellas, ya que pueden variar de una a otra. Cuando se solicita información de un crédito, no se está obligado a contratarlo. El cliente contrata el crédito en el momento en el que acepta las condiciones y el dinero le es transferido.
En cuanto al tiempo que tarda el dinero en estar disponible en la cuenta del cliente, se ha de tener en cuenta si la empresa prestataria trabaja con el mismo banco que el solicitante, en ese caso el dinero puede estar disponible el mismo día, en caso contrario puede tardar entre 24 y 48 horas en llegar. Los intereses que se cobran en los créditos rápidos son diarios, pues el tiempo para devolverlo suele ser de 30 días; si no se tiene en cuenta el día en el que se va a recibir el dinero, se estarán pagando intereses sin poder disfrutar todavía del dinero.
Cuando se contrata un crédito, una vez que el cliente ha firmado y tiene el dinero en su cuenta, ya no es posible desistir. Por ese motivo, es muy importante tener y comprender toda la información relacionada con el producto antes de tomar una decisión. La información que se debe tener antes de contratar un crédito es:
Es necesario leer detenidamente el contrato y consultar con la empresa, no de manera general, cualquier duda que se tenga. No se debe aceptar nunca un crédito o un préstamo sin tener la seguridad de que el acuerdo que se va a aceptar ha sido comprendido a la perfección.
Las entidades bancarias y las empresas de capital privado piden requisitos distintos, dando estas últimas más facilidades para acceder a sus productos. Para solicitar un crédito a una entidad bancaria, será necesario contar con una nómina, no estar incluido en una lista de morosos y presentar toda la documentación que solicitarán, como puede ser el contrato de trabajo o, en el caso de ser trabajador por cuenta propia, las declaraciones trimestrales.
Para solicitar un crédito a una empresa de capital privado, los requisitos pueden variar de una a otra, por lo que si una lo deniega es posible dirigirse a otra pues existe la posibilidad de que apruebe la operación. Los requisitos generales necesarios para solicitar un crédito son: