¿Necesitas pedir un crédito pero no cuentas con nomina ni aval? ¡No te preocupes más de la cuenta y sigue leyendo! Descubre los préstamos sin nómina ni aval para desempleados. ¡Un producto financiero hecho a tu medida!
Son productos de financiación que permiten conseguir un capital específico sin tener que contar con una nómina y sin la necesidad de tener un aval para conseguirlo.
Solo se debe contar con un ingreso regular, justificable y suficiente que permita responder al reembolso crediticio sin ningún inconveniente. En estos casos, son los ingresos regulares y la estabilidad económica lo que servirá de garantía para la entidad.
Aunque no lo creas, existe gran diversidad de créditos que se pueden solicitar sin la necesidad de contar con un ingreso a modo de nómina y sin un aval. Dependiendo de las características que se busquen, se puede seleccionar uno u otro tipo de financiación.
Son productos que cuentan con una rápida concesión, por lo que se podrá contar con el dinero solicitado a la entidad en un tiempo aproximado de 15 a 20 minutos. Con este tipo de créditos, se puede solicitar hasta 1000 €. La cantidad puede variar dependiendo del tiempo que se lleve como cliente de dicha entidad. El coste medio se encuentra en el 1,1 % de forma diaria y el reembolso debe ser realizado en un único pago en un lapso máximo de 30 días tras ser solicitado.
Son concedidos prácticamente con la misma rapidez que los minicréditos, pero son productos financieros en donde la cantidad solicitada puede llegar hasta los 6000 €.
El pago de las cuotas son efectuadas de manera mensual en varios meses. Estas pueden variar de 3 meses a 4 años, todas las condiciones dependen de la entidad bancaria con la cual se trabaje. El coste de este tipo de préstamos sin aval ronda entre el 3 % mensual y se pueden solicitar con diversas finalidades.
Este tipo de créditos son los indicados para obtener cifras mayores con las que se puedan financiar grandes proyectos personales, como por ejemplo, la adquisición de un coche. Son créditos con los que se podrá solicitar hasta 60.000 € con un coste medio de 8,57 % TAE, cifra obtenida de los últimos estudios realizados del banco de España.
Este tipo de créditos tienen un plazo de pago mucho mayor, pueden ir desde los 12 meses hasta los 10 años. Por lo general, son solicitados para la adquisición de un bien o reformas de la vivienda.
Cuando se habla de obtener un crédito sin nómina ni aval, no se trata de que se pueda obtener un producto financiero sin contar con ningún tipo de ingresos, sino que, en estos casos, las entidades financieras aceptan diversos tipos de ingresos diferente a los de una nómina, siempre y cuando cumplan con ciertas características que puedan soportar el préstamo solicitado:
De esta manera, la entidad podrá tener la seguridad de que el cliente puede cancelar las cuotas de pago durante el plazo que se ha dado para el reembolso del crédito solicitado, sin que se presente ningún inconveniente.
Esto se refiere a que deben ser ingresos oficiales, que se puedan justificar con algún tipo de documento que respalde su legalidad. Este tipo de documento puede ser declaraciones de renta o documentos de pensión, entre otros.
Que puedan cubrir las cuotas de reembolso de cada mes sin ningún tipo de inconvenientes y sin que se dificulte el pago de otras obligaciones.
La documentación requerida en gran parte dependerá de la entidad financiera en la que se esté solicitando el préstamo. Entre las más comunes a solicitar, están las siguientes:
Este tipo de documentación no puede faltar para cualquier tipo de trámite, por mínimo que sea. Se puede solicitar copia de DNI, NIE o la copia del pasaporte que se encuentre vigente.
Este tipo de documento básicamente comprobará la edad y que se cuente con la residencia en España de forma permanente.
La idea es verificar que los ingresos indicados en el formulario de solicitud sean los indicados. Este tipo de documentos puede ser de la última pensión.
Con éste, se podrá verificar los ingresos y los gastos que se tienen de manera mensual, además de algún tipo de deudas que se puedan tener con la entidad, como por ejemplo los gastos de una tarjeta de crédito.